Ahora se abre un compás de espera, que puede extenderse hasta la fecha límite del 6 de septiembre. Peña Nieto no puede ser declarado aún presidente electo ni iniciar la transición, rumbo al traspaso de poderes del 1 de diciembre.
Ciudad de México.- Los colaboradores del líder de centro-izquierda Andrés Manuel López Obrador cargaron 25 cajas de cartón con documentos hasta la sede del órgano electoral. Se supone que ahí está la clave para anular las elecciones presidenciales de México.
Horas antes de vencer el plazo legal, la izquierda presentó la noche del jueves un juicio de inconformidad para invalidar los comicios ganados por el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, el 1 de julio, acotó DPA.
Ahora se abre un compás de espera, que puede extenderse hasta la fecha límite del 6 de septiembre. Peña Nieto no puede ser declarado aún presidente electo ni iniciar la transición, rumbo al traspaso de poderes del 1 de diciembre.
La izquierda, que no impugna, en cambio, las elecciones legislativas, en las que le fue bien, anunció que alista un "plan nacional para la defensa de la democracia y la dignidad de México", cuyos detalles dará la próxima semana.
Peña Nieto, de 45 años, ganó hace dos semanas con 38,21% las elecciones mexicanas, que se deciden por mayoría simple, y dejó a 6,62 puntos de distancia a López Obrador, que hacía su segundo intento a los 58 años.
Después de presentada la impugnación, el Instituto Federal Electoral (IFE) deberá ordenar la documentación recibida, notificar a terceros interesados, particularmente el PRI, para que defiendan su postura y elevar el expediente al tribunal federal electoral.
A los magistrados les tocará analizar si hubo violación de principios constitucionales que ameriten la invalidación total de los comicios y la convocatoria a nuevas elecciones.
"La Sala Superior tendrá que ir viendo cada uno de esos principios y si hubo violación de los mismos o no. Y si hubo violación será porque se acredite, porque haya pruebas, y no solamente porque se diga", explicó el experto en temas político-electorales Jorge Alcocer a MVS Radio.
Hace seis años López Obrador perdió por 0,56 puntos ante el conservador Felipe Calderón, desconoció los resultados, encabezó movilizaciones masivas y se hizo investir por sus simpatizantes, con banda presidencial y todo, como "presidente legítimo".
El combativo líder de la izquierda, que en la década de los noventa tomó 50 pozos petroleros y en 2006 bloqueó durante 47 días la principal avenida de la capital, alega que se violó el artículo 41 de la constitución sobre elecciones libres y auténticas.
Denuncia que hubo rebase de los gastos permitidos a los partidos políticos, publicidad encubierta, manipulación de encuestas, intervención de gobernadores del PRI, estructuras paralelas de financiamiento, compra de votos y negligencia para investigar.
"En la práctica, en todo el país, el sufragio se adquirió con dinero en efectivo, con tarjetas para la obtención de mercancías, con despensas, materiales de construcción, fertilizantes y otras dádivas", aseveró.
Algunas evidencias parecerían estar a su favor: gente que acudió a una cadena de supermercados con tarjetas de compras supuestamente regaladas por el PRI a cambio del voto, encuestas que daban una ventaja de hasta 20 puntos a Peña Nieto y una participación inusualmente alta en algunas zonas rurales.
Pero López Obrador tiene que demostrar las acusaciones, que son rechazadas de manera terminante por el PRI.
"Por supuesto que el PRI no compró cinco millones de votos. Es una aberración esa acusación, como también es una aberración decir que hubo inequidad en la cobertura de los medios, o que las encuestas provocaron que la gente votara de otra manera", dijo hoy Luis Videgaray, uno de los colaboradores más estrechos de Peña Nieto.
El partido oficialista Acción Nacional, tercero en los comicios, también ha hecho señalamientos de compra de votos e inequidad, pero acepta los resultados.
Para el PRI, lo que falló en las elecciones del 1 de julio fue López Obrador. "El único problema de esta elección fue haber tenido a quien probada y reiteradamente ha sido un mal perdedor", dijo el presidente de partido, Pedro Joaquín Coldwell.
López Obrador tiene tradición de impugnar resultados en elecciones que perdió, como cuando compitió para gobernador de Tabasco en 1988 y 1994. No está claro ahora si también saldrá a las calles.
(Fuente: http://www.eluniversal.com/internacional/elecciones-en-mexico/120713/comienza-periodo-de-espera-por-impugnaciones-en-mexi y selección de Patric)
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