Quito, 25 ago (PL) El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, se mostró hoy satisfecho por el comunicado británico de hace dos días contentivo de la retractación a una amenaza anterior de una eventual incursión a su Embajada en Londres.
En el informe semanal de labores Enlace Ciudadano, Correa manifestó su alegría por este texto de la Cancillería del Reino Unido tras la advertencia precedente de ingresar al recinto diplomático para arrestar al fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
El mandatario consideró un error garrafal de la diplomacia londinense el anuncio de la probable violación del espacio territorial nacional con vista de detener a Assange, a fin de extraditarlo a Suecia para que responda por presuntos delitos sexuales.
Tras conocerse el documento, Ecuador expresó su rechazo y convocó a organismos regionales a adoptar una posición común al respecto por considerar tales pretensiones violatorias de la Carta de la ONU y la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1961.
De forma inmediata y en tiempo récord se reunieron en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil los cancilleres de los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y, en Washington, la Organización de Estados Americanos (OEA).
Las tres agrupaciones emitieron sendas Declaraciones en las cuales ratificaron su respaldo a las autoridades de Ecuador en su reclamo y la inviolabilidad de las sedes diplomáticas en resguardo de los tratados acatados por la comunidad internacional.
Este sábado, Correa señaló que no es interés de este país tener ningún problema con otros Estados y por el contrario manifestó que desde aquí se quiere mucho al pueblo británico.
Expuso que con este suceso se ha hecho historia porque se ha impuesto el respeto al derecho soberano de una nación de asilar a los ciudadanos que así lo requieran por parte de un gobierno.
Por otra parte, dijo, se sentó la premisa de que las sedes diplomáticas son inviolables, como se pretendía echar abajo al argumentar una ley interna.
Una vez aclarados los términos de la comunicación enviada a Ecuador, las partes se disponen a reanudar el diálogo.
Las autoridades de Quito esperan la emisión desde la nación europea de un salvoconducto para que Assange pueda viajar a Suramérica en su condición de asilado.
Otra salida es que Suecia y el Reino Unido ofrezcan garantías de que no lo extraditarán a un tercer país, concretamente a Estados Unidos, al objeto de que el periodista australiano pueda rendir su testimonio ante la justicia sueca.
Assange se convirtió en protegido del Estado ecuatoriano tras alegar temores por su vida, ya que una vez en territorio norteamericano podría ser juzgado incluso con la pena capital, acusado de espionaje tras la difusión en WikiLeaks de miles de cables diplomáticos comprometedores para Washington.
rc/yp
(Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=538662&Itemid=1 y selección de Patric)
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