CIUDAD DE MÉXICO (31/AGO/2012).-
La resolución jurisdiccional destaca que Enrique Peña Nieto es elegible para ser presidente de la República, ya que cumple los requisitos establecidos en los artículos 82 y 83 constitucionales, por ser ciudadano mexicano, de 46 años de edad, hijo de padre y madre mexicanos y con residencia de más de 20 años en México.
Destaca que todo el año anterior a la elección residió en el país y no es ministro de culto, por lo que no tiene ningún impedimento contemplado en dicho artículo constitucional y reitera que la elección de Presidente de la República se ajustó a los principios constitucionales y, por ende, se propuso que se expida a Enrique Peña Nieto la constancia de mayoría y validez de Presidente Electo para el periodo del 1 de diciembre de 2012 al 30 de noviembre de 2018.
El documento aprobado indica que los 367 juicios de inconformidad que se presentaron fueron resueltos por la autoridad electoral y, en su caso, por el propio TEPJF.
El presidente de la Sala Superior del TEPJF, Alejandro Luna Ramos, expuso que no es por medio de la fuerza sino a través de los cauces institucionales que pueden alcanzarse los frutos maduros de una convivencia ordenada.
“La sociedad mexicana debe estar cierta de que la calificación de la elección presidencial fue celebrada en estricto apego a derecho y fueron escuchados y analizados de manera exhaustiva y responsable todos los argumentos y pruebas presentadas”, puntualizó.
Advirtió que ahora corresponde al ganador de los comicios que asumirá el mandato presidencial, gobernar para todos, y a las oposiciones dimensionar el importante papel de conciencia crítica que representarán, al someter al nuevo gobierno a un escrutinio continuo.
La calificación de elección presidencial fue realizada con estricto apego a derecho y se atendió a todos los interesados, por lo que a mi juicio procede declarar valida la elección para presidente de los Estados Unidos y declarar a Enrique Peña Nieto Presidente de la República, dijo.
En la sesión, de carácter más protocolaria que deliberativa, debido a que el fondo de la controversia había sido resuelto un día antes, los magistrados hicieron uso de la palabra para asumir la responsabilidad de sus decisiones, frente a los ciudadanos y frente a la historia.
El magistrado Flavio Galván aseguró que su compromiso fue únicamente con la Constitución y con las leyes que de ella emanan, consciente de la implicación que sus decisiones tendrán para los poco más de 112 millones de mexicanos.
En su oportunidad, el magistrado Manuel González Oropeza, destacó que el acatamiento a las resoluciones del máximo tribunal electoral no depende de voluntades individuales sino del imperio de la propia Constitución. México es un país de instituciones y no de caudillos, recalcó.
También hizo notar que evidentemente los mexicanos se pronunciaron a favor del multipartidismo como lo demuestra el hecho de que los ciudadanos decidieron que al PRI le corresponda 38.21 por ciento de la representatividad política de la sociedad, a la izquierda 31.59 y al PAN 25.41 por ciento.
Por su lado, la magistrada María del Carmen Alanís aseguró que las decisiones del tribunal se tomaron desde la jurisdicción y no desde la política y se congratuló de que se haya llegado a la declaratoria de presidente electo sin violencia, a través de un proceso electoral pacífico.
Salvador Nava, ministro que se había adelantado a declarar a Peña Nieto antes de la votación de sus pares, esta vez se limitó a reconocer el intenso trabajo desarrollado por todo el personal del tribunal para resolver todas las impugnaciones, sacrificando horas de sueño y descanso. En tanto el magistrado Constanzo Carrasco, prefirió no hablar, pero sí voto a favor del dictamen.
(fUENTE: http://www.informador.com.mx/mexico/2012/401454/6/tribunal-declara-a-pena-nieto-como-presidente-electo.htm y selección de Patric)