viernes, 24 de junio de 2016

FARC asegura no usarán más las armas para la política

El acuerdo de cese al fuego entre el gobierno y las FARC-EP requiere todavía de muchos pasos.

Por  Benjamín Morales Meléndez / Especial ELNUEVODIA.COM
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LA HABANA, Cuba - La guerrilla colombiana tiene claro que el acuerdo de cese al fuego bilateral firmado con el gobierno de su país implica renunciar al uso de las armas para hacer política y reconoce que la paz está más cerca que nunca, a pesar de que existen importantes desafíos que derrotar, como el paramilitarismo.
“Este acuerdo significa la proscripción del uso de las armas para hacer política”, dijo contundentemente Iván Márquez, el jefe de negociadores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército Popular (FARC-EP). “Implica también no más guerra sucia… No más crímenes contra los líderes populares”.
Las FARC-EP y el Gobierno colombiano firmaron un acuerdo de cese al fuego bilateral y definitivo el jueves, lo que puso fin a una guerra civil de más de 50 años en Colombia. Si bien el pacto no es la paz final, ha colocado al país en su mejor momento para alcanzarla, pues ambos bandos trabajan en un documento llamado el “Acuerdo Final”, que supondría el fin definitivo del conflicto.
“Estamos cerca de nuestra reconciliación, no podemos dejar pasar esta oportunidad”, dijo Márquez en una rueda de prensa en La Habana, sede de los diálogos de paz entre la guerrilla y el gobierno.
El dirigente de las FARC-EP criticó duramente que “mentes muy inteligentes” estén colocando obstáculos jurídicos para detener el avance de la firma del acuerdo final y apeló indirectamente al presidente Juan Manuel Santos para que ejerza su fuerza política.
“Aquí hay que tomar decisiones políticas, todo se resume en decisiones políticas. La paz es una decisión política, no debemos enredarnos en consideraciones jurídicas”, sostuvo.
La guerrilla entiende que la firma del cese al fuego y el eventual desarme de sus fuerzas está acordada, pero que todavía quedan por concretarse importantes puntos en el proceso, como la reforma rural, el narcotráfico, el tratamiento a las víctimas, la reincorporación de los guerrilleros a la vida social y económica, la reforma de las instituciones y la conversión de las FARC-EP en un movimiento político.



El tema del paramilitarismo ha cobrado también un rol particular en la discusión. Las FARC-EP cree que esas organizaciones, sus más fervientes enemigas, son el mayor peligro para el proceso de paz.
“El paramilitarismo está en la naturaleza misma de esta guerra y es la principal amenaza sobre el post-acuerdo de paz. Si no logramos desmontar esas estructuras paramilitares, ese proceso puede fracasar”, dijo el dirigente guerrillero Pablo Catatumbo.
A esos fines, el gobierno y las FARC-EP acordaron un pacto nacional contra el paramilitarismo, se firmaron garantías de seguridad para que los guerrilleros que dejen las armas no sean asesinados por paramilitares y se creó una unidad especial para perseguir esas organizaciones tras la creación de mecanismos legales específicos que no existen en el país.
“En Colombia no hay una sola ley que prohíba el paramilitarismo”, explicó Catatumbo.
Las FACR-EP aseguran que se dan pasos importantes para adelantar la reinserción de menores de edad a la vida familiar y comunitaria.
También tienen claro que habrá divergencia en el camino, como la del expresidente Álvaro Uribe, quien declaró que la paz “está herida” con el acuerdo firmado entre la guerrilla y el gobierno.
“¿Herida la paz?, herida la guerra mejor”, dijo Márquez.
Las diferencias entre ambos bandos son muchas y afloran con temas tan simples como dónde se firmaría el “Acuerdo Final”. Santos dijo el jueves que se firmará en Colombia, su equipo negociador dijo hoy que se evalúa cómo se hará y las FARC-EP fueron contundentes de que lo harán en Cuba.
“Nuestra posición es que se hará en Cuba, por toda la ayuda que Cuba ha dado al proceso”, sentenció Márquez.
Otro tema espinoso es el que vincula al dirigente guerrillero Simón Trinidad, preso en Estados Unidos por delitos de secuestro tras ser detenido en Ecuador. Las FARC-EP quieren que Trinidad dirija el proceso de desarme que encabezará la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a pesar de que el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, afirmó que esa posibilidad no está en planes.
“Esperamos que haya un cambio de actitud frente al caso de Simón Trinidad. Estamos convencidos que es más fácil cambiar un ‘no’ que un ‘sí’ y esperamos tener un ‘sí’ en este caso”, sostuvo Márquez, quien espera que todos los responsables del conflicto pasen por el tribunal especial que se creará para esos fines, no sólo los guerrilleros.
“El tribunal especial para la paz no es sólo para los guerrilleros, es para todos los involucrados en el conflicto, incluidos a los que no llevan uniforme ni armas, pero que contribuyeron a la generación de víctimas”, afirmó Márquez, dejando la puerta abierta a que, incluso, asesores estadounidenses puedan verse involucrados en la rendición de cuentas.
Afortunadamente, ambos bandos están de acuerdo en un tema crítico, que el “Acuerdo Final” sea validado por todos los colombianos en las urnas.
“Estamos de acuerdo con el gobierno en que todo este proceso sea sometido a la consideración de todos los colombianos”, expresó Márquez.
El proceso de paz entra ahora en la etapa de elaboración de ese “Acuerdo Final”, el cual, según los guerrilleros, será un proceso complicado, pero con el cual se han comprometido, porque no quieren más guerra a tiros y sí justicia social.
(Fuente:  http://www.elnuevodia.com/noticias/internacionales/nota/farcaseguranousaranmaslasarmasparalapolitica-2214362/  y selección de Patric)

viernes, 10 de junio de 2016

PPK enfrenta un país partido en dos tras ganar elección presidencial

Pedro Pablo Kuczynski obtuvo 50,12% y Keiko 49,87%, una diferencia de sólo 41 mil votos. El economista asumirá el 28 de julio con un Congreso adverso con mayoría fujimorista.

Por  A. Tapia / C. Cifuentes



Fue “por una cabeza”, como el tango de Gardel, pero muy “a la peruana”. Finalmente, cuatro días después de la segunda vuelta, Pedro Pablo Kuczynski, se convirtió en Presidente electo de Perú, en las elecciones más reñidas en 54 años. La Oficina Nacional de Procesos Electorales (Onpe), informó que con el 100% de las actas procesadas, PPK logró 50,12% mientras que Keiko Fujimori obtuvo un 49,87%, es decir, apenas 41.964 votos de diferencia.

Tras días de tensión e histeria electoral, la Onpe señaló, además, que hay 0,2% de actas por procesar, pero que equivalen a alrededor de 38 mil votos, es decir, a Keiko se le hace imposible revertir el resultado.
Tras conocer los resultados, Kuczynski convocó a una conferencia de prensa en la “PPKasa” y señaló que toman “este virtual veredicto con mucha modestia, porque Perú tiene grandes retos por delante”. “A mis contrincantes les ofrezco mi mejor voluntad para dialogar. No  es una división del Perú entre sur y norte o entre sierra y costa, somos un sólo país”, agregó.
Por su parte, Keiko aún no reconoce su derrota, aunque por la mañana había llamado a “esperar con paciencia” la entrega de los resultados. El portavoz del fujimorista Fuerza Popular, Pedro Spadaro, afirmó antes de la conferencia de la Onpe que “nadie puede cantar victoria” hasta que se resuelvan las actas con observaciones. 
Polarización
Kuczynski, un economista de 77 años a quien no le gusta que lo encasillen en la derecha liberal, recibirá a un país partido en dos, profundamente dividido entre fujimoristas y antifujimoristas. De hecho, fue esta polarización la que definió la elección a favor de PPK y significó la segunda derrota consecutiva en las urnas de Keiko, quien también intentó sin éxito alcanzar la Presidencia en 2011. 
La estrecha diferencia de votos no se veía desde la primera vuelta de 2001, cuando Alan García pasó a segunda vuelta al derrotar de manera totalmente inesperada a Lourdes Flores por 156 mil votos. Kuczynski logró romper esa tendencia que decía que el que quedaba en segundo lugar terminaba ganando la elección siguiente: pasó con Alejandro Toledo en 2001, con Alan García en 2006 y con Ollanta Humala, que derrotó a Keiko en 2011.
Los analistas estiman que la primera tarea de este ex ministro de Economía de Alejandro Toledo debe ser intentar acercarse a sus rivales fujimoristas y pedir una suerte de disculpa por haberlos calificado de supuestos narcos. Durante su campaña, PPK advirtió sobre un eventual “Narco-Estado” en caso de que Keiko llegara al poder. Pero ahora Kuczynski necesita más que nunca tender puentes a la oposición ¿Por qué?
Gobernabilidad
Ocurre que a diferencia de los gobiernos de Toledo, de García y de Ollanta Humala, Kuczynski asumirá el próximo 28 de julio sin siquiera mayoría relativa o primera minoría, ya que Peruanos por el Kambio tiene apenas 18 de 130 congresistas, siendo la tercera fuerza en el Legislativo. A su vez, es el fujimorismo el sector que tendrá mayoría total, con 73 parlamentarios, mientras que el izquierdista Frente Amplio de Verónika Mendoza tendrá 20.
Por eso, en Lima se piensa que el apoyo real de PPK es el 21% que obtuvo en primera vuelta y que el resto se sumó como una forma de impedir el regreso del fujimorismo, como el caso de Mendoza, que si bien llamó a votar por Kuczynski, adelantó que el Frente Amplio será oposición. Gracias al respaldo de la izquierda PPK arrasó en el sur andino, pero también por la buena performance que tuvo Kuczynski en el último debate, por la masiva marcha anti Keiko, la sensación que se creó en la población sobre que la segunda vuelta se trataba de “dictadura contra democracia” y las acusaciones contra el miembros clave del equipo de Keiko.
Diversos personeros “ppkausas”, como los futuros Vicepresidentes Martín Vizcarra y Mercedes Araoz, han dado señales de consenso, de diálogo y de “concertación”. No se descarta que PPK logre puentes con la bancada fujimorista, que incluso en el pasado ha realizado alianzas con el Apra. “PPK no podrá gobernar sin llegar a acuerdos con Fuerza Popular y este no deberá someter al gobierno con su aplastante mayoría en el Congreso”, plantea el analista Fernando Tuesta.
Es la gobernabilidad lo que más preocupa ahora en Perú, especialmente por las duras acusaciones entre fujimoristas y antifujimoristas. “Vamos a conversar con todos. Haremos un gobierno de consenso”, dijo el propio PPK el domingo, tras los primeros resultados que lo daban como ganador pero con una leve diferencia.
También Kuczynski deberá hacer frente al tema que más inquieta a la ciudadanía: la delincuencia (más del 30% dijo en 2014 haber sido víctima de un acto delincuencial). El 61% percibe según un sondeo de Ipsos, que ese es el mayor problema país. Ello, sin contar con el desafío económico. La idea de Kuczynski es volver a situar a Perú como la estrella emergente del continente, tal como se lo dijo a La Tercera: “Nosotros ponemos mucho énfasis a formalizar a las pequeñas empresas para que tengan acceso al crédito, bajar las tasas de impuestos, tanto a la renta como a las ventas. Segundo, le damos mucho más énfasis a la inversión social”.

(Fuente:  http://www.latercera.com/noticia/mundo/2016/06/678-684390-9-ppk-enfrenta-un-pais-partido-en-dos-tras-ganar-eleccion-presidencial.shtml   y selección de Patric)