Managua, 18 dic (PL) El plan contra el hambre y la pobreza para Latinoamérica y el Caribe recién suscrito en Venezuela denota el reconocimiento internacional a la unidad basada en principios de complementariedad, libertad y dignidad, observó hoy un analista nicaragüense.
A juicio de William Grigsby resulta transcendente que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) decidiera acompañar el proyecto de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y del acuerdo energético de Petrocaribe.La II Cumbre Extraordinaria del ALBA y Petrocaribe, celebrada ayer en Caracas, marca un parte aguas en términos de afianzar los mecanismos institucionales en pro de la Patria Grande soñada hace 200 años, en batallas por la emancipación del colonialismo español, estimó el estudioso.
Para el también director de Radio La Primerísima, el ALBA constituye el germen de la reunificación de Nuestra América en un solo organismo bajo los ideales de independencia, libertad y unidad que sustentaron próceres como el venezolano Simón Bolívar.
Hace apenas 10 ó 15 años, con primacía del pensamiento neoliberal y divisiones entre las naciones del continente, parecía casi imposible rescatar aquellos ideales y que surgiera un espacio como el ALBA, destinado a crear condiciones de dignidad, prosperidad e igualdad social para los pueblos de la región, opinó.
La Cumbre trazó metas para la conformación de cadenas productivas, el fomento del desarrollo industrial de la rama agropecuaria y la adopción de políticas consensuadas para garantizar acceso estable a los alimentos, valoró el experto.
El establecimiento de una zona económica complementaria entre ALBA y Petrocaribe, con proyecciones de sumar otros entes regionales, también atestigua la importancia del evento, refirió.
Según valoró, lo distintivo también en este caso radica en la vocación de compartir para procurar el desarrollo económico equitativo, justo y complementario a fin de abatir el hambre y la pobreza, y cerrar asimetrías e inequidades históricas.
Grigsby destacó la decisión de establecer un mecanismo concreto para estructurar la zona económica ALBA-Petrocaribe, mediante un cuerpo colegiado que coordinará Ecuador y contará con altos funcionarios designados por cada Estado miembro.
Nicaragua, distinguió, formará parte de ese equipo de cinco naciones, compuesto también por Jamaica, Dominica y Venezuela, con el propósito de impulsar y ejecutar las decisiones que emitan los presidentes.
Otro hecho trascendente, opinó, fue el acuerdo entre Haití y República Dominicana de iniciar conversaciones para hallar soluciones a diversos temas bilaterales, pues ello contribuye a la unidad regional, a su fortaleza como bloque en los espacios multilaterales.
(Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=2189001&Itemid=1 y selección de Patric)
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