miércoles, 9 de abril de 2014

Huelga nacional contra el modelo económico



BUENOS AIRES, 9 (ANSA)- Tres de las cinco centrales sindicales de Argentina realizarán mañana una huelga general nacional que se vislumbra como la protesta de mayor envergadura contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, desde su asunción en diciembre de 2007.

    Al paro convocado por la CGT-opositora, la CGT Azul y Blanca y la CTA-opositora, se sumaron las corrientes sindicales combativas y de izquierda, que instalarán decenas de piquetes (bloqueos) en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires, para desalentar a quienes intenten acudir a sus lugares de trabajo en automóvil.


    Las centrales sindicales han convocado a la medida de fuerza con consignas "contra el ajuste y la devaluación" y en reclamo de aumentos salariales de alrededor del 35 por ciento, además de un pedido de quita de impuesto a las ganancias que hoy graba a la mayoría de los salarios.
    La CGT oficialista liderada por el metalúrgico Antonio Caló, y la CTA oficialista del maestro Hugo Yasky, no adhieren a la medida de protesta.


    Sin embargo, Caló admitió hoy que "el paro va a ser grande" por la adhesión del transporte público de pasajeros. Los principales sindicatos industriales no adhieren a la medida de fuerza pues ya han rubricado aumentos salariales del 30 por ciento promedio para contrarrestar la alta inflación que azota al país, o están en curso las discusiones paritarias por sector. Sin embargo, la efectividad de la huelga está garantizada, en gran medida, por la adhesión del transporte público, ya que no circularán los autobuses urbanos e interurbanos, y tampoco los ferrocarriles, mientras que promete ser precaria la prestación del metro (subterráneo) de la ciudad de Buenos Aires.


    También se paralizará el tráfico aéreo comercial ya que adhieren a la protesta tres de los seis sindicatos del sector aeronáutico.


    "Este es un paro (huelga) del transporte público", fustigó hoy el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, cuestionando la efectividad de la protesta, si no fuese por la adhesión de los conductores de locomotoras y autobuses.


    El gobierno publicó hoy una solicitada titulada "Mañana la mayoría de los argentinos quiere trabajar" en la que incluye alrededor de setenta sindicatos que no adhieren a la protesta. Ricardo Peidro, secretario adjunto de la CTA opositora, pronosticó a ANSA que "el paro será contundente en todo el país". "Y no será la foto del día, porque venimos soportando meses de conflictos, despidos y suspensiones, a causa del modelo de ajuste", amplió.


    Peidro no descartó que en algunas provincias "donde se han formado intersindicales se realicen movilizaciones, además de garantizar el paro en los lugares de trabajo".


    "Esto me suena más a un lockout que a un paro", afirmó Juliana Di Tulio, presidenta del bloque de diputados oficialistas en la Cámara de Diputados. El legislador advirtió que las centrales sindicales opositoras no garantizan "la elección de si quiero ir a trabajar o no quiero ir a trabajar, ya que si hay cortes de accesos y un paro en el transporte público también, lo que se hace es impedir que otros trabajadores que quieren acudir a su trabajo, lo hagan".


    La Unión Industrial Argentina (UIA), principal cámara empresaria del país, pidió que se garantice "la libertad de circulación" durante la jornada de protesta.


    La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (apyme) también cuestionó la convocatoria al paro "con consignas poco claras" y adjudicándole el "evidente apoyo a sectores políticos, económicos y mediáticos que pugnan por generar un clima de desestabilización" en el país.


    Los dirigentes sindicales Hugo Moyano de la CGT opositora, Pablo Micheli de la CTA y Luís Barrionuevo de la CGT Azul y Blanca, advirtieron hoy que presuntos "infiltrados" del gobierno intentarán provocar incidentes "con el objetivo de desprestigiar la medida de fuerza". "Hacemos responsable al gobierno nacional por cualquier incidente que ocurra, por eso hemos decidido un paro sin movilización", enfatizaron los sindicalistas.


    Barrionuevo aseguró que en la última huelga hubo personas con remeras de su sindicato de gastronómicos que rompieron vidrieras y generaron desmanes, pero que "no tenían ningún tipo de vínculo" con su organización.


   Argentina vivirá así un jueves de quietud, cargado de tensión. AEF-ADG/ACZ 

09/04/2014 22:39 

(Fuente:  http://www.ansa.it/ansalatina/notizie/notiziari/argentina/20140409223935662468.html  y selección de Patric)

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