viernes, 20 de diciembre de 2013

Uruguay y su boom de popularidad

The Economist acaba de elegir a Uruguay como la nación del año y Foreign Policy dice que "Pepe" Mujica es el "pensador global" de 2013. El país fascina al primer mundo, pese a que sus cifras económicas no son para celebrar.

por Alejandro Tapia C. - 20/12/2013 - 08:50


Es el país del año según The Economist. Y su Presidente, José “Pepe” Mujica, es uno de los “pensadores globales” de 2013, de acuerdo con la revista Foreign Policy (FP). En los últimos años, Uruguay ha desarrollado una agenda con énfasis en lo social y su presidente suele llamar la atención fuera de su país por su carisma, carácter deslenguado y propuestas progresistas. Uruguay está de moda, aunque no todo son luces.

The Economist escogió a Uruguay por sus “reformas innovadoras que no sólo se limitan a mejorar un país, sino que, si se imitaran, podrían beneficiar al mundo”. Entre éstas destacan la reciente legalización de la venta y consumo de marihuana y la legalización del matrimonio igualitario. En cuanto a Mujica, la revista elogió su “franqueza”. “Vive en una casa modesta, conduce él mismo un Volkswagen escarabajo y vuela en clase turista”, señaló.
Desde que llegó al poder en 2010, “Pepe” Mujica ha dado mucho que hablar, precisamente, por su estilo. Este ex guerrillero suele generar revuelo por sus dichos y llama la atención porque no sólo evita la corbata, que califica como un “trapo miserable”, sino que prácticamente no tiene escoltas, vive en una parcela y declaró un patrimonio de US$ 1.920.
Sin embargo, entre las medidas de Mujica que más han dado que hablar figura la legalización de la marihuana, que no genera un apoyo mayoritario en Uruguay. Sus adherentes sostienen que con esto se combate al narcotráfico, mientras que sus críticos plantean que el hecho de que su cultivo y comercialización sea legal, no garantiza una reducción de su comercio en el mercado negro. Se espera que en la segunda mitad de 2014 se implemente la medida, aunque el propio Mujica ha dicho que no tendría problemas en dar marcha atrás, porque según él, no todos sus compatriotas están preparados para este desafío.
Históricamente, Uruguay ha tenido la agenda valórica y social más liberal de la región. Fue el primer país de Sudamérica que permitió el voto femenino (1927), el aborto está despenalizado y es el país más laico de la región. No por nada, a la Semana Santa se le denomina “semana del turismo”; y el 25 de diciembre no es Navidad sino que “el día de la familia”.
Sin embargo, en los últimos años este país de apenas 3,3 millones de habitantes y cuyos jóvenes suelen emigrar en forma masiva, no ha realizado reformas estructurales de largo plazo (ver entrevista). Además, la economía podría no expandirse como se esperaba. El PIB uruguayo crecería un 3,7% en 2013, siendo que la meta para este año era 4%. Para 2014 se espera un crecimiento económico de 3,2%. En 2012, el PIB aumentó 3,9% y completó 10 alzas anuales consecutivas. Sin embargo, se desaceleró en relación con las marcas de 5,7% en 2011 y 8,5% en 2010. Además, las crisis de Argentina suelen afectar al país, a raíz de la fuerte relación económica mutua.
A su vez, la inflación acumulada en 12 meses llegó a un 8,5% (la meta oficial era de entre un 4% y 6%). Al mismo tiempo, las autoridades locales están preocupadas por el alza de precios.
Según cifras de la OIT, Uruguay tiene una de las tasas de desempleo juvenil más altas de la región, con un 20,5%. Un problema que ha sido un eterno dolor de cabeza para todos los gobiernos.
“Modesto, pero audaz, liberal y amante de la diversión. Uruguay es nuestro país del año. Felicitaciones”, concluyó el influyente The Economist.
¿A qué factores atribuye el hecho de que The Economist haya elegido a Uruguay como el país del año?
Es la primera vez que este medio otorga esta distinción, por tanto es difícil tener un parámetro, un punto de comparación. Aun no sabemos si esto es relevante o no. A Uruguay le tocó ser el primero y veremos si esta elección crece en el futuro.
¿Pero por qué un medio tan influyente como éste se fijó en Uruguay, un país pequeño?
Los uruguayos estamos preocupados por ver cómo nos ve el mundo y nos preocupa porque el mundo nos presta poca atención. Este tipo de cosas nos llenan de orgullo y beneplácito, independientemente de las razones por las cuales fuimos elegidos. A los uruguayos nos gusta ser reconocidos porque somos provincianos. En cuanto a las razones, el Frente Amplio está materializando una serie de legislaciones que llevan a ciertos derechos individuales más allá de los límites que hay en América Latina, que tienen que ver con la legalización del aborto, la formalización del matrimonio igualitario y la reciente ley sobre la marihuana.
¿Cómo es vista en Uruguay esta ley?
Lo nuevo es la comercialización, porque el consumo era legal en ciertas dosis. Todavía no tenemos muy claro cómo se va a materializar todo esto. En el tema de la marihuana no hay consenso y hay ciertos recelos.
¿Cuánto influye la figura de Mujica en el hecho de que Uruguay esté tan en boga?
The Economist se fija en la figura del presidente por su historia, su austeridad, por ser directa, por haber sido un guerrillero, por ser franco. Mujica se ha convertido en el presidente uruguayo más conocido de la segunda mitad del siglo XX o quizás de la historia. Es como la representación de los antivalores y eso en la sociedad de consumo le ha dado prestigio.
¿Cuáles son los puntos pendientes en el país?
El gobierno avanzó mucho en legislación social, tiene resultados económicos buenos, mejoró la distribución del ingreso, pero no logró armar una agenda de transformaciones que permitan augurar un crecimiento sostenido en el futuro. Debió aplicar una reforma en educación e invertir en la infraestructura que el país necesita.

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